¿El ‘micro-engaño’ es realmente un engaño?

¿El 'micro-engaño' es realmente un engaño?

El engaño viene en muchas formas. Puede ser tan grande como una aventura a largo plazo con el mejor amigo de tu pareja, o tan pequeño como enviar mensajes de texto de ida y vuelta con un compañero de trabajo atractivo. Esta forma menos obvia se llama “micro-engaño” y puede incluir:

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  • Mantener un perfil de citas activo
  • Ver las redes sociales de un ex
  • Vestirse para alguien que no es tu pareja
  • Enviar mensajes de texto coqueto que tu pareja no sabe
  • Mantener una cuenta secreta en Facebook para intercambiar fotos calientes con un ex
  • Coquetear con un compañero de trabajo

Si estás haciendo micro-engaños de alguna de estas manereas, puede que te hayas permitido a ti mismo pensar que todo esto es realmente inofensivo. Pero el amor se basa en la apertura, la confianza y la intimidad. Así que, no importa qué tipo de engaño ocurra, la relación se verá afectada porque la verdad se ve afectada. Incluso cuando no hay sexo, sigues engañando a tu pareja con la verdad.

Como dice la terapeuta Esther Perel, la infidelidad tiene tres elementos: el secreto, la implicación emocional y la alquimia sexual. De estos tres, el secreto es la clave. Perel escribe que “la aventura vive a la sombra del matrimonio“. El secreto por sí solo debería ser un indicio de que algo anda mal. Cuando se combina con los sentimientos y la atracción, el peligro acecha.

Incluso si no pretendes que conduzca a ninguna parte, el micro engaño puede ser el primer paso para tener una aventura emocional o sexual. Disfrutar de la reacción a tu ropa sexy puede dar paso a fantasías sobre otra persona. Puede que no lo sientas poco saludable. De hecho, estas relaciones de fantasía pueden realmente sentirse más cerca de nuestro verdadero yo (o del yo que creemos que deberíamos ser). El nuevo amor es arriesgado y emocionante, empujando nuestros límites y haciéndonos sentir vivos y deseables. Estos poderosos sentimientos pueden empujarnos hacia las reuniones privadas y la infidelidad.

Para ser claros, no hay nada malo en tener fantasía y coquetear. No tienes que contarle a tu pareja cada idea romántica que se te ocurra. Eso dejaría la diversión y la creatividad. Esas cosas nos hacen sentir bien con nosotros mismos, y podemos devolverlo de alguna forma a nuestras parejas. Perel señala: “A menudo les digo a mis pacientes que si pudieran traer a sus relaciones incluso una décima parte de la audacia, el juego y el entusiasmo que llevan a sus aventuras, su vida hogareña se sentiría muy diferente.” Entonces, si un poco de coqueteo y fantasía extracurricular está bien, ¿cuánto es demasiado? Sabrás que estás en problemas cuando te encuentres cada vez fantaseando más con la otra persona y criticando a tu pareja, creando distancia en tu relación.

Aquí es donde la terapia puede ayudar. La vida está llena de tentaciones; es mucho mejor hablar sobre los temas que te tientan a mirar fuera de la relación que lanzarte a una aventura en toda regla, lo que puede causar tanto daño que puede ser imposible volver de dicha aventura. La terapia puede alejarte de secretos dañinos y llevarte a una conexión más alegre y real con tu pareja.

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Artículo original por Susan J. O’Grady. Psicóloga clínica en el área de la Bahía de San Francisco.

Fotografía: Eddy Billard


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