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Cómo dejar de ser demasiado perfeccionista

Cómo dejar de ser demasiado perfeccionista

Si eres un perfeccionista: “lo suficientemente bueno” no es suficiente, tiene que ser perfecto. Yo mismo tiendo hacia el perfeccionismo (la ortografía correcta por correo electrónico, por ejemplo), así que entiendo el atractivo de la precisión.

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Es fácil criticar el perfeccionismo, pero la atención cuidadosa a los detalles tiene sus ventajas. Por ejemplo, probablemente te alegrará saber que su cirujano es un perfeccionista: quieres que sean muy cuidadosos con la higiene, la ubicación de la incisión y la forma en que te suturan.

El problema con el perfeccionismo es que puede llevar exactamente a lo que está tratando de prevenir. En el ejemplo de la cirugía, el objetivo es tener una cirugía segura y exitosa. Si un cirujano está excesivamente enfocado en la perfección, el procedimiento puede tomar tanto tiempo que el paciente pasa una cantidad peligrosa de tiempo bajo anestesia general.

Del mismo modo, los estudiantes que son perfeccionistas a menudo retrasan la presentación de un trabajo porque no están seguros de que sea perfecto todavía y no quieren causar una mala impresión a su profesor, pero terminan haciendo exactamente eso cuando continuamente incumplen los plazos. Por lo tanto, tenemos que pensar detenidamente si unos estándares excesivamente altos nos están ayudando a alcanzar nuestros objetivos.

Es poco probable que abandonemos por completo nuestro perfeccionismo, ni tampoco es necesariamente una buena meta. En su lugar, sigue estas pautas para aprovechar al máximo tus tendencias.

El perfeccionismo no es un hábito fácil de romper, así que ves con cuidado mientras trabajas para cambiar tus tendencias. Y no dudes en buscar ayuda profesional si es necesario mientras experimentas con nuevos comportamientos.



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