Como terapeuta cognitivo-conductual, ayudo a la gente a descubrir los pensamientos, sentimientos y comportamientos malsanos que interfieren con sus metas. Me concentro mayormente en el aquí y ahora y no necesariamente voy cavando para descubrir las heridas de la niñez sin resolver.
Pero si alguien viene a mi oficina de terapia para discutir su discordia marital, o si quiere descubrir por qué sigue saboteando sus posibilidades de éxito, la conversación inevitablemente vuelve a su infancia. Incluso la gente que camina diciendo: «No quiero hablar de mi pasado«, eventualmente sacan historias de su juventud.
Hay una razón por la cual las conversaciones sobre los problemas de los adultos a menudo implican discusiones acerca de la infancia: Usted desarrolló tres creencias fundamentales durante la niñez que le afectan hoy en día.
1. Sus creencias fundamentales sobre usted mismo
Su infancia le dio una idea de quién es como persona. Los mensajes que recibió de sus padres, hermanos, maestros y compañeros le enseñaron algo sobre si mismo.
Sus experiencias le ayudaron a determinar si era amable, inteligente, socialmente incómodo, tímido o simpático. Y una vez que adquirió un sentido de quién es usted – y cómo los demás lo perciben – esto dio forma a sus interacciones y elecciones.
2. Sus creencias fundamentales sobre otros
La infancia también le enseñó mucho sobre otras personas. ¿Son las personas inherentemente buenas? ¿Ayudan activamente a los demás? ¿O se lastiman el uno al otro a propósito?
Si usted experimentó una niñez amorosa y enriquecedora, podría haber aprendido que es seguro confiar en la gente, y es bueno ayudar a los demás. Sin embargo, si las personas no fueron tan amables, es posible que haya aprendido que otras personas le harán daño o abusarán de usted.
3. Sus creencias fundamentales sobre el mundo
Los niños que crecen en ambientes cariñosos con pocos eventos adversos podrían creer que el mundo es un lugar relativamente seguro. Pueden esperar un futuro brillante en un mundo pacífico.
Los niños que experimentan eventos duros e impredecibles y aquellos que sufren estrés crónico pueden creer que el mundo es un lugar tenebroso, y que, sin importar lo que hagas, lucharás para tener éxito.
Creencias que se convierten en profecías autocumplidas
Cuando usted cree que algo es verdad, busca evidencias que apoyen su idea. Con cada prueba, la creencia se refuerza. Si creció creyendo: «No soy lo suficientemente listo como para ir a la universidad«, verá cada error, mala calificación o problema difícil como prueba de que no es inteligente.
Y si obtiene una buena calificación de vez en cuando, podría calificarla de buena suerte, o llegar a la conclusión de que el profesor le dio una prueba fácil. Ni siquiera querrá imaginar que su creencia podría ser falsa, porque es perturbador cuando nuestra visión de quién pensamos que somos no se alinea con la evidencia.
Estas creencias afectan a su comportamiento: Si usted cree que no es inteligente, probablemente no pondrá mucho esfuerzo en sus estudios y no tendrá un buen desempeño en la escuela. O si cree que no es una persona simpática, tendrá más problemas para hacer amigos. Si no hace contacto visual o no saluda a la gente de una manera amistosa, tendrá dificultades para desarrollar relaciones cercanas. Y esas luchas de relaciones reforzarán su creencia de que usted no es agradable.
Cómo cambiar sus creencias fundamentales
Muchos adultos bien ajustados superan la difícil -incluso horrible- infancia. De hecho, algunos dan crédito a sus dificultades por darles la fuerza mental que necesitaban para tener éxito. Pero otros son perseguidos por las grabaciones que siguen reproduciendo en su mente, recordándoles por qué nunca llegarán a ser nada. Consecuentemente, luchan por liberarse de las creencias auto-limitantes.
Las buenas noticias: esencialmente, todos podemos «desaprender» las creencias autolimitantes que desarrollamos durante la infancia. Lleva tiempo y práctica entrenar su cerebro para ver las cosas de manera diferente.
Y a veces se necesita ayuda profesional, especialmente si las circunstancias traumáticas están implicadas. Pero olvidar las creencias básicas improductivas que desarrolló durante la infancia puede ser la clave para avanzar y alcanzar tu mayor potencial.
Artículo escrito por Amy Morin, trabajadora social clínica licenciada, psicoterapeuta, instructora de psicología universitaria y experta reconocida internacionalmente en fuerza mental.