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Ser ‘Fuerte’. ¿Es un regalo o una maldición?

Ser 'Fuerte'. ¿Es un regalo o una maldición?

Piensa en alguien a quien admiras, y apuesto a que la “fortaleza” es una de sus características. La fortaleza mental, física o emocional tiene ventajas obvias y está asociada con el liderazgo, la resistencia, la productividad y muchos otros rasgos positivos. También sabemos que podemos depender de personas fuertes cuando necesitamos su apoyo.

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Con estos poderosos beneficios, es fácil pasar por alto que la fuerza también tiene un lado de sombra menos reconocido.

Hace años traté a un hombre de mediana edad en psicoterapia que sentía el peso del mundo sobre sus hombros. Había estado llevando a otros desde su adolescencia, y seguía siendo la piedra angular de su familia, ya que todos esperaban de él apoyo financiero y emocional. Y estaba agotado. Nadie parecía verlo como un verdadero ser humano con necesidades y debilidades, ni se preguntaban cómo le iba. Todos asumieron que estaba bien, pero sentía que se estaba ahogando.

Aunque puede que no sea intuitivo pensar en la “maldición de ser fuerte”, considera estas desventajas potenciales.

Si te consideras una persona fuerte, ten en cuenta que eres tan humano como cualquier otra persona, y recuerda que debes cuidarte a ti mismo. Y si tienes una persona especialmente fuerte en tu vida, hazles saber que los aprecias y busca oportunidades para apoyarlos en todo lo que puedas.

Artículo original por Seth J. Gillihan. Psicólogo y profesor clínico asistente de psicología en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania.



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