9 grandes consejos para superar el miedo a hablar en público

9 poderosos consejos para superar el miedo a hablar en público

¿Preferirías morir antes que pararte frente a una gran multitud y dar un discurso? Si es así, no eres el único.

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Muchas encuestas han demostrado que hablar en público es el miedo más común después del miedo a morir. De hecho, mientras estás leyendo este artículo, miles de personas en todo el mundo están a punto de pronunciar discursos. Muchos de ellos tienen un miedo sin sentido, pero algunos realmente lo disfrutan.

Entonces, ¿qué es lo que separa a los oradores confiados de aquellos que evitan dirigirse a una audiencia como la peste?

En este artículo, te vamos a dar 9 consejos poderosos para ayudarte a superar su miedo a hablar en público y dar un gran discurso.

9 poderosos consejos para superar el miedo a hablar en público

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1. Entiende que hablar en público es una habilidad que se puede aprender.

Seamos claros, hablar en público es una habilidad. Y, como cualquier otra habilidad, se puede aprender. Cuanto mejor lo hagas, más confianza tendrás en ti mismo. “No soy un buen comunicador” o “No soy carismático” no son excusas válidas.

Siempre me ha interesado saber por qué algunas personas son carismáticas, mientras que a otras parece que les falta por completo. Al final, sin embargo, me di cuenta de que, si se descompone en su elemento más simple, hablar en público no se trata de carisma. Es esencialmente una mezcla de palabras y gestos. ¿Puedes aprender a usar mejores palabras? Por supuesto. ¿Puedes mejorar tu lenguaje corporal? Claro. ¿Puedes trabajar en tu voz? Sí, sí puedes. De hecho, si estás lo suficientemente comprometido y dispuesto a dedicarle suficiente tiempo y esfuerzo, no hay razón para que no puedas convertirte en un orador público de clase mundial. El primer paso es creer que es posible.

Déjame contarte la historia del mentor millonario Dan Lok. Dan Lok nació originalmente en Hong Kong y emigró a Canadá cuando era adolescente, ni siquiera hablaba inglés. Tenía mucho miedo de hablar delante de la gente, pero se convirtió en un orador de primera categoría e incluso entrenó a alguien que ganó el Campeonato Mundial de Toastmasters (Toastmasters International es una organización mundial no lucrativa de comunicación y liderazgo).

A pesar de que una vez detestó la idea de dirigirse a una multitud, Lok ya no experimenta este miedo. De hecho, dijo lo siguiente en uno de sus videos de YouTube: “Hoy en día, cuando subo al escenario ya no me pongo nervioso. Ni un poquito. Ni siquiera muy poquito. Nada.

Dan Lok aprendió el arte de hablar en público, ¡y tú también puedes!

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2. Concéntrate en tu mensaje, no en ti mismo.

Uno de los mayores problemas que tiene la gente cuando habla frente a una audiencia es que son demasiado tímidos. Se preocupan demasiado por lo que los demás piensan de ellos y se ponen nerviosos.

¿Y si no les caigo bien? ¿Y si mi mente se queda en blanco y hago el ridículo?

Una de las técnicas más poderosas que puedes usar al dar un discurso es enfocarte en tu mensaje en lugar de enfocarte en ti mismo. De hecho, desde el punto de vista de tu audiencia, tú no eres tan importante como podrías pensar que eres. Tu audiencia está mucho más interesada en lo que tienes que decir y en cómo se van a beneficiar de ello que en ti como persona. Tú eres simplemente un vehículo para tu mensaje. El vehículo no es importante, el mensaje sí lo es.

Esta técnica también se puede aplicar a la preparación de tu discurso. Al preparar tu discurso, no pienses en tratar de gustarle a otras personas. Limita tu enfoque al mensaje que deseas transmitir a tu audiencia y el valor que deseas proporcionarles. ¿Cuál es la mejor manera de hacer llegar tu mensaje? ¿Cómo puedes asegurarte de que todo el mundo saca algo de ello? Cuanto más te enfoques en tu mensaje y en lo que quieres dar a tu público, más tranquilo estarás cuando subas al escenario.

3. Tómate un poco de “tiempo para ti” antes de subir al escenario.

Siempre que sea posible, tómate un tiempo para ti mismo justo antes de tu discurso para prepararte mentalmente. Utiliza este tiempo para centrarte en el mensaje que deseas transmitir y en el impacto que deseas tener en tu audiencia. Dan Lok tiene un gran ejercicio de visualización que puede ser usado para hacer precisamente eso. Se imagina una luz blanca que viene del cielo y lo golpea. Esa luz se vuelve más y más brillante y se extiende por toda la habitación, llegando a todas las personas que se encuentran allí. Le recuerda que su mensaje debe proporcionar valor a todos en la sala, incluso a aquellos a quienes no necesariamente les gusta.

4. Tómate tu tiempo y ponte cómodo con el silencio.

La mayoría de la gente tiende a hablar demasiado rápido cuando está nerviosa. Esto se debe generalmente a que, a nivel subconsciente, queremos salir de la situación lo antes posible. Cuanto más rápido hables, por supuesto, antes habrás terminado.

Por eso es importante que recuerdes tomarte tu tiempo. Personalmente, me gusta tomarme unos segundos para mirar a la audiencia y hacer contacto visual con ellos antes de comenzar mi discurso… Esta técnica tiene múltiples beneficios.

En primer lugar, te hace parecer más seguro y aumenta la posibilidad de que la gente te escuche a ti y a tu mensaje. El silencio en sí mismo tiene un poder tremendo.

En segundo lugar, te permite comenzar a construir una relación con tu audiencia. Una audiencia está hecha de personas y, al crear conexiones personales con algunas de ellas, empezarás a ver a tu audiencia como una reunión de individuos como tú, en lugar de como una entidad intimidante y aterradora que has creado en tu mente. Esto reducirá en gran medida tu nerviosismo.

Por último, pero no menos importante, esta técnica te da un sentido de propiedad. Te da la sensación de que controlas la habitación. Recuerda que hablar en público es una oportunidad fantástica para que transmitas tu mensaje. En una era de tecnología sin límites, ¿con qué frecuencia tienes la oportunidad de captar la atención de un grupo de personas?

5. Comienza tu discurso con un gran rompehielos.

Si puedes empezar bien tu discurso y conectarte con tu audiencia desde el principio, todo será más fácil. Trata de involucrar a tu audiencia desde el comienzo de tu discurso y haz su mejor esfuerzo para involucrarte con ellos. Piensa en tu presentación como una conversación con tu audiencia en lugar de una interacción unilateral. Es mejor hablar con ellos, no para ellos.

Personalmente, una gran cosa que me gusta hacer es comenzar mi discurso haciendo una pregunta a mi audiencia. También puedes pedir a tu audiencia que repita algo que has dicho o que levanten la mano. Incluso puedes pedirles que se pongan de pie.

Si quieres descubrir más formas de empezar tu discurso, echa un vistazo a este vídeo del reconocido orador público Brian Tracy: 15 maneras de empezar un discurso o una presentación.

6. Haz tus deberes.

Dar un discurso puede ser una experiencia muy aterradora y lo último que quieres hacer es añadir una incertidumbre innecesaria al proceso. Asegúrate de estar familiarizado con el lugar en el que vas a hablar. Visita el lugar de antemano si puedes. Si eso no es posible, llega temprano y no dudes en pedirle a alguien que te muestre el lugar si es necesario. Camina sobre el escenario y visualiza a la audiencia. Hazte amigo del personal y sumérgete en el medio ambiente. Hacer estas cosas te permitirá sentirse más cómodo en tu entorno, lo que hará que dirigirse a tu público sea mucho más fácil.

En resumen, tienes que recopilar toda la información que puedas de antemano con respecto al lugar, el número de personas a las que hablarás y el horario. ¿Cómo será presentado? ¿Habrá otros oradores antes o después de ti? ¿Quieres un micrófono?

Estas son sólo algunas de las preguntas que querrás que te respondan al entrar. Puede parecer mucho, pero la buena noticia es que el proceso de prepararse mentalmente funcionará mucho mejor una vez que tengas toda esta información.

7. Supera tu miedo a hablar en público a través de la práctica, la práctica y más práctica.

Cuando se trata de pronunciar un gran discurso y reducir la ansiedad que a menudo conlleva hablar en público, la práctica es la clave. ¿Quieres buscar a tientas las palabras y no estar seguro de lo que estás tratando de decir cuando estás frente a cientos de personas? Probablemente no.

Afortunadamente, este escenario es evitable siempre y cuando se practique. Ensaya tu discurso una y otra vez tantas veces como sea necesario, ya sea 5, 10, 20 o incluso 100 veces. Practica tu discurso hasta que te sientas lo suficientemente seguro como para pronunciarlo sin notas.

Si deseas acelerar el proceso, intenta hacer una grabación de vídeo de tu ensayo. A muchas personas no les gusta la idea de ver grabaciones de video de ellos mismos, por lo que es posible que se muestren reacios a hacerlo. Dicho esto, vale la pena. Analizar tu discurso mejorará enormemente tu charla y te ayudará a superar su miedo a hablar en público. No te preocupes, eventualmente te acostumbrarás a verte en video. También puedes dar tu discurso a algunos de tus amigos y pedirles su opinión.

8. Sé claro como el agua en los puntos principales de tu discurso.

Es la peor pesadilla de todos: a mitad de tu discurso, tu mente se queda en blanco. ¡No puedes recordar lo que se supone que tienes que decir a continuación! ¡No!

Para evitar este temido escenario, asegúrate de que eres cristalino sobre el mensaje que quieres transmitir y los puntos clave que DEBES seguir. Esto, combinado con una práctica extensiva, te ayudará a asegurar tu habilidad para transmitir los componentes más importantes de tu discurso, incluso si olvidas algunos elementos menores (lo que casi con toda seguridad harás en algún momento). Si se te permite usar algunas notas, puede ser una buena idea anotar los puntos principales en una hoja de papel que también puedes consultar si es necesario.

9. Acepta tu miedo a hablar en público.

Entiende que muchas personas se ponen nerviosas antes de salir al escenario, y algunas de estas personas han estado hablando en público durante años o incluso décadas. En mi Toastmasters Club, he visto cómo los oradores veteranos se estrechan las manos cuando comienzan sus discursos. Parecen seguros en el escenario, pero se ponen nerviosos como todo el mundo.

No importa cuánto te prepares, probablemente te pongas nervioso antes de dar tu discurso. Pero eso está bien. Es perfectamente normal. Los oradores públicos exitosos (y la gente exitosa en general) no son sobrehumanos. Se asustan como todos los demás. Lo que los separa de otras personas, sin embargo, es su negativa a dejar que el miedo los detenga. Aceptan el hecho de que están asustados, pero hacen lo que temen a pesar de todo.

Al final, puede que no se trate tanto de superar el miedo a hablar en público como de aceptar el miedo pero negarse a dejar que se interponga en tu camino. El hecho de que hayas leído todo este artículo me dice que ya estás por delante de muchas personas en cuanto a tu deseo de enfrentarte a tu miedo y a tu compromiso de hacerlo. Siente tu miedo pero supéralo de todos modos.

Fotografía: Maria Krisanova


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