Según los científicos, los padres que hacen estas 7 cosas crían niños exitosos

Según los científicos, los padres que hacen estas 7 cosas crían niños exitosos

La meta final de cada padre es ver a sus hijos sobresalir en la vida y tener éxito en lo que sea que decidan llegar a ser. Todos nos esforzamos para que ese objetivo sea mejor que ayer y para manejar los desafíos de la vida con gracia e ingenio, por lo que es natural que queramos lo mismo para nuestros hijos.

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Por supuesto, el enfoque que usemos variará dependiendo del tipo de personalidad que tenga nuestro hijo. Pero hay varios hábitos que cada padre puede adoptar, independientemente de la personalidad de sus hijos.

Los científicos se han centrado durante mucho tiempo en lo que hace que un niño tenga éxito en el futuro y han llegado a la conclusión de que los hábitos de los padres juegan un papel enorme en la forma en que sus hijos aprenden a enfocar la vida.

Así que, aquí hay siete hábitos que los padres de niños exitosos poseen:

1. Leerles

Además del hecho de que no hay nada más dulce que leer a tu pequeño, la investigación ha demostrado que leer a tu hijo desde una edad temprana le da un “impulso de alfabetización duradero“.

Además, tus hijos empezarán a asociar la lectura con las emociones cálidas que experimentaron cuando les leías, y por eso, les encantará leer cuando sean mayores. Y la lectura por placer tiene beneficios que duran toda la vida, como un mayor progreso intelectual, un vocabulario más rico, una mejor ortografía e incluso una mejor capacidad para resolver problemas matemáticos.

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2. Trabajar fuera del hogar

Si pensabas que tus hijos te necesitan cada minuto del día, podrías sorprenderte al saber que, de hecho, están mejor cuando te vas a trabajar. Esto se aplica especialmente a las madres que se quedan en casa, que con este enfoque dejan a sus hijos la impresión de que las mujeres se ven obligadas a hacer las tareas domésticas y dejan de lado sus ambiciones.

Investigadores de la Escuela de Negocios de Harvard han descubierto que los niños que fueron criados por madres trabajadoras tenían un enfoque diferente de la vida que aquellos que fueron criados por madres que se quedaron en casa.

Las niñas se convierten en mujeres que tienen más probabilidades de buscar trabajo y ganar salarios más altos, mientras que los niños se convierten en hombres que contribuyen a las tareas domésticas y dedican más atención a los miembros de la familia.

3. Limitar el tiempo frente a la pantalla

Una exposición más prolongada al tiempo frente a una pantalla tiene resultados devastadores en el cerebro todavía en desarrollo del niño. Se ha descubierto que pasar demasiado tiempo frente a las pantallas impide la capacidad de concentración del niño, interrumpe su atención y dificulta su vocabulario y sus habilidades sociales.

La Asociación Americana de Pediatría (AAP) ha establecido algunas recomendaciones sobre cuánto tiempo frente a una pantalla es saludable para tu hijo, dependiendo de su edad:

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  • Menores de 18 meses: no se permite el uso de la pantalla, excepto para videoconferencias.
  • De 18 a 24 meses: los padres pueden introducir medios digitales de alta calidad y verlos junto con sus hijos “para ayudarles a entender lo que están viendo“.
  • 2 a 5 años: limitar el uso a 1 hora al día; sólo medios digitales de alta calidad; verlo juntos “para ayudarles a entender lo que ven y aplicarlo al mundo que les rodea“.
  • 6 años o más:Ponga límites consistentes al tiempo de uso de pantallas y no permita que reemplace los comportamientos esenciales para la salud, como el sueño y la actividad física adecuados.

Puedes crear zonas libres de pantallas, como los dormitorios, y establecer horarios libres de pantallas, donde puede socializar y discutir cosas que son de importancia familiar e individual.

4. Haciéndoles hacer las tareas domésticas

En su charla TED 2015, Julie Lythcott-Haims habla de cómo los participantes adultos exitosos en el Harvard Grant Study eran los que hacían las tareas cuando eran niños. Enseñar a tu hijo a asumir la responsabilidad de las tareas cotidianas desde una edad temprana es algo importante.

Hemos dedicado un artículo completo a este tema. Puedes leer más sobre ello aquí.

5. Retrasar la gratificación

La idea de que tu hijo debe ser recompensado instantáneamente por cada pequeña cosa que haga es algo que dará por sentado en la vida y algo que le afectará negativamente. Enseñar a tus hijos a ser pacientes y persistentes en lo que hacen les ayudará mucho en la vida.

Un buen ejemplo de lo que la gratificación tardía hace al potencial de éxito del individuo es el famoso experimento de la nube (típico dulce o golosina esponjosa). En él, los niños recibían una nube con la instrucción de que si no la comían mientras el investigador no estaba, recibirían otro.

Los niños que lograron resistir la tentación se convirtieron posteriormente en personas que lograron mejores resultados en su educación, mejoraron sus habilidades sociales y obtuvieron una menor incidencia de abuso de sustancias.

La idea detrás de la gratificación retrasada es que no todo lo que haces debe mostrar siempre resultados instantáneos. Por lo tanto, enseña a tus hijos a adquirir hábitos constructivos que deban cumplir cada día para lograr una meta mayor.

6. Dejar que fracasen

El único fracaso es aquel en el que decidimos no hacer nada porque tenemos miedo al fracaso. En otras palabras, sólo el esfuerzo trae éxito, independientemente del resultado primario. Y muchos padres no ven que proteger a sus hijos del fracaso tiene efectos fatales en su éxito futuro.

Dejar que tu hijo fracase tiene beneficios para tus hijos en muchos niveles. La Dra. Stephanie O’Leary, autora de “Educación en los tiempos actuales: Las reglas han cambiado“, explica que “la voluntad de ver a tu hijo luchando comunica que crees que es capaz y que puede manejar cualquier resultado, incluso uno negativo“.

Dejar que tus hijos fracasen les ayudará a aprender a lidiar con tales situaciones y a experimentar realmente lo que significa un desafío. El sentimiento de desafío les enseñará a trabajar duro y a esforzarse por mejorar las cosas para evitar futuros fracasos. Enseña a tus hijos que el esfuerzo es más importante que el resultado.

7. Animarles a viajar

La Asociación de Viajes Estudiantiles y Juveniles (SYTA) ha realizado una encuesta en la que se analizan los efectos que los viajes tienen en los estudiantes de todo Estados Unidos.

Lo que encontraron fue que los viajes impactaron a los estudiantes en muchos aspectos vitales de su personalidad, tales como:

  • Una mayor disposición a conocer, aprender y explorar más
  • Mayor independencia, autoestima y confianza
  • Aumento de la curiosidad intelectual
  • Mejor autoexpresión
  • Mayor tolerancia y respeto
  • Mejor cooperación/colaboración
  • Mejor adaptabilidad y sensibilidad
  • El aumento de la tolerancia hacia otras culturas y etnias

Los beneficios vienen independientemente de si el viaje fue nacional o internacional, con una diferencia en el aumento de la tolerancia cultural y un mayor impulso en todos los aspectos cuando el viaje es internacional.



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