Cómo aliviar el estrés: 9 Técnicas de relajación rápida

Cómo aliviar el estrés: 9 Técnicas de relajación rápida

De acuerdo con el Instituto Americano del Estrés, encontrar una sola definición de estrés es difícil, ya que cada uno lo experimenta a su manera.

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Podemos referirnos a la antigua cita de Epicteto que dice: «la gente no se perturba a causa de las cosas, sino a causa de la percepción que ti ene de ellas«. Si nos adherimos a esta ideología, podemos ver cómo las estadísticas del estrés van en aumento, con las últimas cifras que promedian el 70% de la población de los Estados Unidos experimentando síntomas de estrés. No sólo eso, sino que estos síntomas se han convertido en manifestaciones físicas en el cuerpo en forma de enfermedad, así como en trastornos de salud mental, como depresión y ansiedad.

En nuestro mundo acelerado, encontrar el estrés es fácil. Con demasiadas actividades, y demasiadas tareas para gestionar, el estrés es el simple subproducto de tener demasiadas cosas en nuestro plato, sin suficientes horas en el día.

Las principales causas de estrés se han convertido en el trabajo/carrera, el dinero y el futuro del mundo (ya sea política o socialmente dentro de las comunidades locales). El estrés en el trabajo se ha convertido en la desafortunada fuerza motriz, con un estimado del 80% de los trabajadores que informan de un ambiente de trabajo estresante.

Cuando nos sentimos estresados, hay una serie de cambios fisiológicos que nuestro cuerpo sufre: dolores de cabeza, fatiga, dolores, molestias, problemas de digestión, insomnio, aumento de la presión sanguínea, contracción de la mandíbula, rigidez en los músculos, y muchos más. Asimismo, desarrollamos síntomas emocionales y mentales, como agitación, baja energía, pensamientos acelerados, ansiedad, depresión y ataques de pánico.

Afortunadamente, con una gran cantidad de investigaciones externas sobre el tema, el manejo del estrés se ha convertido en una prioridad para equilibrar el trabajo, la vida y todo lo demás. Las principales economías, corporaciones y organizaciones mundiales han cambiado su enfoque sobre cómo vemos el estrés, creando así entornos más holísticos de trabajo y vida que ayudan a aliviar el estrés.

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Entonces, ¿cómo se puede aliviar el estrés con unas pocas técnicas sencillas?

1. Encuentra tiempo para hacer ejercicio durante el día
El ejercicio no tiene por qué ocupar horas de tu tiempo. Puede que no todos podamos ir al gimnasio o a una clase durante un par de horas todos los días, pero encontrar momentos en tu día en los que priorizar el movimiento es una gran manera de empezar el hábito.

Anota en tu calendario una hora para tener una clase de cardio e tu gimnasio cercano al menos una vez por semana, y comprométete con ese hábito. O hazlo directamente desde el trabajo si es necesario, eliminando así la tentación de quedarte en casa.

Sal a caminar durante la hora de la comida, en lugar de trabajar durante la comida. Pon alarmas y recordatorios en tu teléfono para mantenerte la responsabilidad.

2. Mantente hidratado con líquidos saludables
Puede que necesitemos un par de tazas de café para empezar por la mañana, pero esa adicción tiene sus altibajos. ¿Sabías que grandes cantidades de café durante el día elevan tus niveles de cortisol, de la misma manera que lo hace el estrés?

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Elegir reducir los líquidos del día con agua, té de hierbas o batidos o zumos sin azúcar es una buena manera de equilibrar la energía que obtienes de los alimentos.

3. Deja tu trabajo en el trabajo
A menudo, nos llevamos nuestros proyectos y tareas a casa después de un largo día de trabajo. Cuando esas listas de tareas cruzan el umbral de nuestro hogar, comenzamos a perder los límites entre ser un empleado y ser un ser humano con una familia, amigos y una vida social.

Mantener esos límites claros y dejar el trabajo en el trabajo es una técnica clave para poder disfrutar el resto del día, todos los días, para hacer las cosas que te dan alegría, reduciendo así el estrés y dejándolo en la puerta.

4. Dedica tiempo para divertirte
Ya sea que se trate de salir con amigos al cine una vez al mes, o de ir a un partido de algún deporte o a un concierto, divertirse es algo que a menudo dejamos en segundo plano.

¿Cuántas veces te has encontrado con un viejo amigo y le has sugerido que os tenéis que ver, y luego nunca lo has cumplido? Todos somos culpables de ello.

La vida se interpone en el camino; pero así como podemos planear todo nuestro día de trabajo, también podemos planear el tiempo para relajarnos y disfrutar de las cosas más simples.

5. Medita
La meditación es una práctica de rápido crecimiento, y por razones correctas. No sólo reduce los niveles de cortisol, que alimentan el estrés, sino que también promueve la relajación profunda y el descanso.

Puedes meditar por la mañana antes de que empiece el día, para establecer el tono de cómo te gustaría enfocar las tareas del día; o puedes meditar por la noche antes de acostarte, para facilitar tu camino hacia un sueño reparador y separarte de los acontecimientos del día.

No importa cuándo decidas practicar, iniciarlo es el primer paso. Si no puedes encontrar tiempo para ir a una clase de meditación, prueba las muchas aplicaciones gratuitas de meditación guiada en tu teléfono, como Calm, Headspace o Insight Timer.

6. Dedica tiempo al autocuidado de la salud
Este podría ser el momento perfecto para tratarte a ti mismo. El autocuidado no tiene que ser caro ni complejo. Puede ser algo tan simple como tomar un buen baño de burbujas al final de un largo día, o darse el gusto de hacer un picnic durante el fin de semana. Siempre y cuando consigas tiempo para ti mismo, ¡es autocuidado!

El autocuidado no sólo alivia el estrés, sino que también te devuelve al momento presente, donde puedes disfrutar del día y de ti mismo sin perseguir pensamientos futuros.

7. Considera los suplementos
A pesar de que la mayoría de nuestras vitaminas y minerales se derivan de los alimentos, a veces necesitamos suplementos adicionales para llenar los vacíos.

Las vitaminas C y D son altas en el aumento de nuestra energía, especialmente en los meses más fríos, donde la luz del sol es baja y los cítricos no siempre están disponibles.

Asimismo, se ha comprobado que los ácidos grasos Omega-3 que obtendrías de los mariscos y el aguacate reducen la ansiedad hasta en un 20%, y son muy saludables para tu sistema inmunológico y la digestión.

8. Difundir aceites esenciales
Nuestro sistema olfativo – nuestro sentido del olfato – juega un papel clave en cómo podemos aliviar el estrés. Piensa en tu olor favorito y en cómo te sientes cuando lo notas. A menudo hay una sensación de relajación inmediata, como si la tensión simplemente desapareciera.

Los aceites esenciales se han utilizado durante mucho tiempo en la aromaterapia para hacer precisamente eso, y hoy en día, comprar aceites esenciales y difundirlos en casa, en la oficina o incluso en el coche nunca ha sido tan fácil.

Algunas esencias populares que han demostrado aliviar el estrés y la ansiedad son la lavanda, el sándalo, el jazmín, el limoncillo y la rosa, entre otras.

Además de la difusión, considera las aplicaciones tópicas en la parte interna de tus muñecas, sienes y plantas de los pies, para un efecto duradero durante todo el día.

9. Lleva un diario
Otra táctica probada para eliminar el estrés es comenzar una práctica de diario. Comienza cada mañana abriendo tu diario y haciendo un volcado de pensamiento. Esto implica escribir cualquier cosa que pueda estar en tu mente, ya sea de la noche anterior o un pensamiento con el que te hayas despertado. También es útil escribir cualquier sueño que puedas recordar.

La idea detrás de esta práctica es que una vez que dejes de lado cualquier pensamiento que puedas tener, tendrás más claridad para priorizar tu día. Es casi como si estuvieras creando una nueva pizarra en blanco.

Además, escribir tus pensamientos te permite procesarlos y analizarlos desde una perspectiva independiente, sin que se enconen y se conviertan en recuerdos estresantes más tarde.

Reflexiones finales
Por mucho que hagamos malabares en nuestras rutinas diarias, el estrés es el desafortunado acosador que acecha en las sombras cercanas.

Podemos ceder a los hábitos y patrones estresantes que nos mantienen encerrados en el dolor físico y mental; o podemos redirigir nuestros hábitos hacia algo más productivo, terapéutico y sanador.

Afortunadamente, con los recursos y técnicas a nuestra disposición, esos hábitos son mucho más fáciles de implementar de lo que pensamos.

Fotografía: Masaaki Komori


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